martes, 24 de noviembre de 2009

Concepciones de aprendizaje congruentes con el enfoque por competencias



La Reforma Integral de la Educación Media Superior (RIEMS) se basa en el enfoque basado en generar y desarrollar en el alumno competencias, donde los jóvenes puedan movilizar conocimientos, habilidades y actitudes en contextos complejos que caracterizan a los ámbitos personales, sociales y laborales del mundo actual. En éste sentido se sustenta principalmente en los modelos constructivista y socio-constructivista.

El primero al pretender una transformación del conocimiento a través del pensamiento activo y original del aprendiz, la educación constructivista implica la experimentación y la resolución de problemas y considera que los errores no son antiéticos del aprendizaje sino más bien la base del mismo; éste modelo parte de la consideración de la adaptación de los individuos al medio, aspecto esencial a considerar al implementar el nuevo modelo con miras a que nuestros alumnos tengan un buen desenvolvimiento en su vida presente y futura. 

Al considerar la construcción del propio conocimiento mediante la interacción constante con el medio, al sostener que lo que se puede aprender en cada momento depende de la propia capacidad cognitiva, de los conocimientos previos y de las interacciones que se pueden establecer con el medio. En cualquier caso, los estudiantes comprenden mejor cuando están envueltos en tareas y temas que cautivan su atención, como sugiere de igual forma el nuevo modelo educativo.

El modelo socio-constructivista da mucha importancia en la interacción social y el lenguaje del alumno, las formas de expresarse y de aprender con otros, negociar significados, trabajar de manera colaborativa donde se dé la interacción de ideas representaciones y valores los alumnos individualmente obtienen diferentes interpretaciones de los mismos materiales, cada uno construye y reconstruye su conocimiento según sus esquemas, sus saberes y experiencias previas, su contexto etc. todo ello es parte medular del modelo basado en competencias, que se centra en el alumno y los contenidos y el maestro funge como un mediador y guía en la construcción del conocimiento.

Sin embargo no hay que dejar de lado algunas aportaciones que hicieron otras corrientes como el conductismo en lo concerniente al aspecto de la motivación, el reforzamiento, el ensayo y error, la teoría del procesamiento de la información al considerar el aspecto de las sensaciones y percepciones obtenidas al interactuar con el medio, el aprendizaje por descubrimiento en cuanto a la aplicación práctica de los conocimientos y su transferencia a diversas situaciones, el aprendizaje significativo que hace hincapié en la adecuación de los contenidos para que el alumno logre enlazarlos con el mundo real, en fin a través de los años y de las diversas corrientes psicológicas, pedagógicas, sociológicas, filosóficas se ha venido generando una evolución en cuanto a los enfoques que encauzarán el rumbo del quehacer educativo en todos los niveles cuyo objetivo es poder aminorar el abismo e incongruencia de los cambios sociales y tecnológicos con el perfil de los alumnos egresados sobre todo al mundo laboral.
Mtra. Thelma Acosta.


El aprendizaje y el desarrollo de las competencias

Cuestionamientos problematizadores y comentarios hechos del texto "El aprendizaje y el desarrollo de las competencias" de Xavier Vargas Beal , 23 Mayo 2005

Resulta bastante interesante la reflexión que hace el autor, al analizar si el perfil del egresado desde años atrás, es realmente lo que demanda el mundo laboral, además que ambos mundos son muy limitados y que debemos ser muy cuidadosos con el objetivo de la educación, al hablar sobre las competencias que queremos desarrollar en nuestros alumnos, y al no desvirtuar el término que se enfoca hacia una formación inteligente y ética para servir hacia una formación automatizada y eficiente para ganar, y que además busca únicamente logros individuales, por lo que se debe, sin lugar a dudas establecer una mejor articulación entre los objetos de estudio (conocimiento teórico) y los objetos socio-profesionales (praxis del conocimiento).

En cuanto a la frase dicha por el autor en relación a que “la educación debe brindar una formación inteligente y ética para servir, para vivir adaptados a una sociedad donde juguemos un rol basado en nuestras habilidades, conocimientos y competencias de manera coordinada y armónica con los demás y no caer en una formación automatizada, fría y eficiente para ganar” parte de la diferencia de la amplia función de la educación escolar con la de una simple capacitación, puesto que en la escuela no sólo se debe enlazar lo teórico con lo práctico, sino que se debe guiar al alumno para que analice, reflexione, proponga, discuta, colabore, etc. y no únicamente realice acciones mecánicas que lo hagan ser un ganador, es decir la labor docente abarca aspectos cognitivos internos que deben aterrizar en competencias operativas más ricas y amplias.

Como manifiesta el autor; ningún examen profundiza o traslada los cuestionamientos al aspecto interno del alumno, y justo con lo citado en breve, nos damos cuenta que uno de los errores de la educación es querer “transformar actitudes, habilidades etc.”, y fijar la atención principal en la adquisición de contenidos y sus procesos para lograrlo y no en las expresiones que reflejen la identidad de los alumnos y poder incidir en ellos para transformar y lograr su evolución como ser humano.

Como docentes podemos mediar los escenarios educativos que propicien el aprendizaje, sin emabrgo también se puede intentar mediar de una manera más profunda estrechando la comunicación con nuestros alumnos para que ellos puedan tener las condiciones emocionales para que fluya el proceso cognoscitivo que implica la adquisición de competencias. Es muy importante que la persona se transforme internamente, que se movilicen sus esquemas cognoscitivos para lograr un aprendizaje realmente significativo y ante una situación situada a su realidad. 

Hay que destacar que no existe el aprendizaje no significativo, sino más bien se trata de simple almacenamiento o memorización de datos, que, en un momento dado y dependiendo de situaciones especiales el sujeto puede echar mano de ellos, convirtiéndose hasta ese momento en un dato funcional que forma parte de un aprendizaje que está siendo significativo al darle aplicabilidad en la resolución de dicho problema y por ende podría llegar a convertirse en competencia específicamente.

Además hay que resaltar que se tiene que ser muy cuidadosos al intentar conectar lo visto en clase con situaciones reales, que sean situaciones factibles tanto a las posibilidades de la realidad del estudiante como de su interés (situar el aprendizaje dentro de las posibilidades reales del estudiante).

¿El aprendizaje es algo tan trivial que se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualquiera?

Es muy cierto que ningún examen profundiza o traslada los cuestionamientos al aspecto interno del alumno, y aquí mismo nos encontramos con unos de los errores de la educación al querer “transformar actitudes, habilidades etc.”, y fijar la atención principal en la adquisición de contenidos y sus procesos para lograrlo y no en las expresiones que reflejen la identidad de los alumnos y poder incidir en ellos para transformar y lograr su evolución como ser humano.

Y brindar una respeusta a la pregunta anterior definitivamente ésta sería que “No”, debido a que el aprendizaje es un proceso complejo que no puede ser medido por un simple instrumento que fue creado para “evaluar” ciertos contenidos, y además implica la participación mediadora del docente en el sentido interno con el alumno, no únicamente como propiciador de escenarios pedagógicos para el aprendizaje, así como la movilización de acciones adaptativas internas (cognitivas) y externas que lleva a cabo en éste caso el estudiante cuando se encuentra en una situación o problemática real, para lo cual definitivamente hecha mano del almacén previo de competencias que, unidas a las adquiridas recientemente ayudan en éste proceso de reorganización y adaptación a la nueva situación.
Mtra. Thelma Acosta.